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  Nuestras Publicaciones/ Avances Técnicos

  Es una publicación con información científica y tecnológica, derivada de los procesos de investigación y que se utiliza como herramienta básica por el Servicio de Extensión de la Federación Nacional de Cafeteros en su labor de asistencia a los caficultores.

El minador de la hoja del cafeto /Leucoptera coffeella/. (avt0035)

El daño es causado por la larva de la mariposa del “Minador de las Hojas del Cafeto” /Leucoptera coffeella/ y suele ocurrir, con mayor severidad, en las épocas secas y calurosas. La larva o gusano, una vez sale del huevo, penetra en la parte suculenta de la hoja, formando una especie de mina, en la cual quedan los excrementos. La parte de la hoja consumida por la larva se necrosa. En caso de ataques fuertes, se produce una defoliación severa que puede afectar la producción. Al observar por primera vez el daño, se suele confundir con alguno de los hongos que atacan el follaje, pero su identificación es sencilla, pues cuando se trata de ataque de minador, es fácil levantar la cutícula de las partes secas de la hoja, con la ayuda de la uña o de una navaja. El huevo es ovalado y se encuentra en forma aislada adherido a la cara superior de las hojas del cafeto. Tiene un diámetro de 0,22 milímetros y es de color blanco brillante durante los primeros días y luego se vuelve oscuro y opaco. La larva inicialmente es de color blanquecino y luego toma un tinte verde claro. En su completo desarrollo, mide 5 milímetros de largo y 0,8 milímetros de ancho. Su cabeza es de color café, el cuerpo amarillo crema y en forma de huso. La pupa inicialmente es blanquecina, luego se torna amarillo crema. Mide 2,4 milímetros de largo y presenta forma de una equis. El adulto es una mariposa de 2,55 milímetros de largo. Las alas superiores son de color blanco plateado muy brillante, anchas en la parte central y alargadas en la punta. Las alas inferiores son más estrechas y cubiertas de escamas con reflejos plateados. La cabeza está cubierta de pelos blancos en forma de escamas. No se ha podido precisar el número de días para cada fase del ciclo de vida de este insecto, puesto que las variaciones de temperatura y humedad influyen notoriamente en la duración de cada una de las fases. El daño o incidencia del minador de la hoja se ha observado más acentuado en épocas secas prolongadas y hacia los bordes de los caminos y vías de penetración. A pesar de ser un insecto que huye de los rayos solares, su ataque es más notorio en cafetales a pleno sol, pero se presenta también en forma grave, en cafetales a la sombra. Se ha intentado el control de adultos mediante trampas con base en esencias atrayentes y lámparas de luz negra con ventiladores succionadores, con resultados poco satisfactorios. Algunos agricultores sostienen que en ataques no muy fuertes, aplicaciones foliares de urea son suficientes para evitar el daño económico. Los ataques más graves de este insecto han ocurrido en cafetales que han recibido aplicaciones de plaguicidas para control de otros problemas sanitarios. En caso de daño muy considerable, con defoliación muy fuerte (más de 40 por ciento), el control de este insecto ha sido muy efectivo con aplicación de insecticidas granulares al suelo, tales como disulfotón 1 a 2 gramos por árbol o carbofurano 1 a 2 gramos por árbol. Además es necesario abonar los cafetales después del ataque, para que la planta recupere las hojas perdidas. /Closterocerus coffeellae/, /Zagrammosoma multineatum/ y /Horisomenus/ sp., son reconocidos como parásitos del minador de la hoja.

CARDENAS M., R.;BENAVIDES G., M.;

1974

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