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Nitrógeno en los suelos, su aprovechamiento y conservación. (arc002(17):30-37. 1951.)

<p>(arc002_17_30-37)Nitrógeno en los suelos, su aprovechamiento y conservación. (arc002(17): 30-37. 1951.)</p>

El aire es una fuente básica de abastecimiento de productos nitrogenados. Las formas insolubles de N se transforman en complejos orgánicos, que constituyen parte de la materia orgánica del suelo y las formas solubles, en nitratos, nitritos y amoniaco, fácilmente asimilables por las plantas. Entre las fases hay un equilibrio controlable o modificable por el hombre. La materia orgánica de los suelos y el nitrógeno total aumentan a medida que se hace más baja la temperatura y aumenta la precipitación. La obtención de nitratos procedentes de la materia orgánica se realiza mediante oxidación, de ahí la necesidad de que el suelo contenga cantidad suficiente de aire. La temperatura más favorable para que se cumpla este proceso está entre 27 y 32° C. La relación amplia entre nitrógeno y carbono es un índice para la actividad biológica que demanda nitrógeno, por consiguiente puede quedar poca cantidad de este elemento en forma asimilable para las plantas. Los nitratos y los nitritos son fácilmente solubles en el agua. Esta actúa sobre la concentración de estos de dos formas: Provocando una disminución constante en su concentración a medida que se rebasa la capacidad de retención de humedad del suelo y distribuyendo los nitratos y nitritos en las diferentes capas del suelo mediante la infiltración y permeabilidad del agua. El agua del suelo no obra de una manera directa sobre el amoniaco, ya que este elemento esta presente en el suelo en forma intercambiable o sea unido al complejo coloidal como ion positivo. En las zonas tropicales, aunque haya mayor nitrificación, se pierden los nitratos y nitritos por las aguas de percolación y escorrentía, de ahí que sea difícil valorarlos cuantitativamente. Para que haya una nitrificación regular en el suelo, es necesario: Que haya buena existencia de materia orgánica para su transformación; que los factores que actúan en dicho cambio sean beneficos; que en todos los casos se opere una pérdida mínima de nitratos del suelo.



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Autor(es):

LOPEZ A., M.;

Año de Publicación:

1951

     Comité Editorial