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Recomendaciones para el manejo de la pulpa de café. (avt0097)

<p>(avt0097)Recomendaciones para el manejo de la pulpa de café. (avt0097)</p>

Bajo ningún pretexto se debe arrojar la pulpa de café a las corrientes de agua, lo cual constituye un delito de acuerdo con el código de recursos naturales y protección del medio ambiente, junto con los decretos que lo reglamentan; también existen disposiciones de diversas autoridades en el mismo sentido. La pulpa se debe usar como mejorador del suelo y abono para el cafetal u otros cultivos o como materia prima para varios subproductos. Hay que evitar hasta donde ello sea posible el transporte de la pulpa por medio de agua, aprovechando otros sistemas tales como la gravedad, el transporte animal, las carretillas, las bandas transportadoras, los sistemas neumáticos, etc. Cuando no haya otro recurso para transportar la pulpa que el agua, se deberán observar las dos recomendaciones siguientes: 1. Escurrir la pulpa antes de depositarla en el sitio de acopio o almacenaje, sobre todo si se piensa destinarla a elaborar abono orgánico, porque la pulpa demasiado empapada se demora más en transformarse en humus que la escurrida; 2. Recircular las aguas de acarreo de pulpa para el transporte de más pulpa en vez de arrojarlas a los ríos y quebradas. Antes de llevar la pulpa a sus lugares de depósito, se le puede prensar, con lo cual se logra reducir tanto su peso como su volumen; los experimentos realizados en CENICAFE con una prensa continua de tornillo, rebajaron la pulpa en un 50%, lo cual economiza mano de obra y permite aumentar la capacidad de los depósitos; además la pulpa prensada es más fácil de manejar. El depósito debe ser techado, para evitar que se empape la pulpa cuando llueva o que se reseque excesivamente con el verano, ya que los extremos demoran el proceso de transformación del material. Debe hacerse un falso fondo con guaduas o tablones por donde pueda salir el agua que drena. Deben hacerse varios compartimientos para facilitar los volteos del material almacenado, lo cual lo airea acelerando su transformación. También ayuda a la descomposición agregar algunos materiales como estiércol, ceniza, etc. No conviene que la capa de pulpa sea demasiado gruesa, pues entonces la masa se apelmaza impidiendo el acceso del aire, con lo cual se obstaculiza la conversión en humus; puede decirse que capas con grosores iniciales superiores a un metro, son muy demoradas para transformarse en abono orgánico, de no efectuarse el volteo.

Autor(es):

ARCILA O., F.;

Año de Publicación:

1980

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Entrada publicada por:WEBMASTER CENICAFE el 1980-01-09 a las 12:00 AM

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